Mi vida exterior ha estado desde siempre marcada por el nomadismo. Nací en Argentina pero a los pocos meses fuimos a vivir a Barcelona. A partir de los 4 años y hasta los 14 viví en Dinamarca, luego otra vez en Barcelona hasta los 19 que me fui a viajar por Sudamérica para después instalarme en Argentina tres años. Volví a Barcelona con 23 años y a partir de los 31 estuve más de dos años en zonas rurales de Cataluña y luego 9 años en Berlín. El periodo en Berlín fue de muchos viajes entre Berlín, Tesalónica, Barcelona y Copenhague, pasando progresivamente más tiempo fuera que en la ciudad. Ahora estoy de nuevo en Cataluña, echando por fin raíces en la privilegiada naturaleza del Montseny.
En cuanto a mi vida interior, siempre me ha movido la búsqueda de sentido y profundidad. Intento accionar lo más posible desde un impulso interno. Soy persistente y disciplinada. A veces demasiado. Soy ágil en ordenar, organizar y crear conexiones. Soy muy detallista e insistente con la búsqueda de armonía estética. A veces rozando la obsesión. No soy buena para almacenar información, sobretodo si se trata de cifras y nombres; las vivencias sí me quedan impresas. Me gusta viajar y conocer nuevos mundos, sobre todo los que habitan en el interior de los individuos. No me cuesta sentir empatía por otros. Nunca he tenido un sentido de total pertenencia a un lugar y me adapto rápido a las circunstancias. Me sobrepasan las injusticias y los abusos de poder. El servicio le da sentido a mi vida.